Para deshuesar un pollo no necesitas un equipo especial. Con un cuchillo afilado, un poco de paciencia y entrenando tus dedos, podrás lograrlo en poco tiempo.
¿Qué herramientas necesito para deshuesar pollo?
En primer lugar, no necesitas muchas herramientas para deshuesar un pollo. Además de contar con un cuchillo bien afilado, es probable que también necesites otros elementos pequeños como:
- Tabla de cortar
- Tijeras de cocina
- Tazón
- Toalla de papel (o paño reutilizable)
- Pinzas u otro utensilio de cocina para agarrar la carne con facilidad (también puedes emplear tus manos con guantes de plástico)
¿Quieres un resultado impecable? Utiliza un cuchillo bien afilado
Si quieres asegurar un buen corte, debes contar con un cuchillo afilado. Un cuchillo sin filo dificulta el proceso de deshuesado del pollo, rompe la carne y puede provocar cortes en tus manos.
Durante el proceso es mejor utilizar un cuchillo pequeño y afilado que te permita maniobrar con mayor facilidad.
Sin embargo, otra opción que brinda seguridad y comodidad en ciertos cortes es ayudarse con unas buenas tijeras de cocina (por ejemplo, para retirar las alitas).
Asimismo, es esencial encontrar el ángulo correcto al trabajar con el cuchillo. Una recomendación básica es sostenerlo a unos 45 grados con el filo de la hoja hacia afuera, de manera que resulte más fácil deslizarlo a lo largo del esternón.
Ten cuidado en cada etapa al deshuesar un pollo
Antes que nada debes tener en cuenta que deshuesar pollo no es una tarea complicada, pero sí cuidadosa.
Es por ello que hay que estar atentos a cada fase del proceso para que no existan descuidos y puedas avanzar sin complicaciones.
¿Por qué es importante el primer corte del pollo?
Sin duda esta carne es sumamente delicada, y para hacer un buen trabajo al deshuesar pollo, debes ser muy cuidadoso en cada corte, comenzando por el primero.
Después de iniciar, cualquier movimiento en falso puede afectar el resultado final; por esta razón presta atención a estos detalles:
- No hagas el primer corte en el centro del pollo.
- No cortes la piel de la parte superior de la caja torácica (después será más difícil de remover).
- No cortes huesos y cartílagos. En todo caso, es mejor retirarlos con la mano después de hacer los primeros cortes.
Presta atención a la ubicación de los huesos
Cuando se trabaja con pollo, hay que conocer dónde se ubican los huesos para saber si han sido removidos por completo.
Si no sabes dónde están y de qué manera están unidos a la carne, fácilmente pasarán desapercibidos y no obtendrás un resultado de calidad.
La técnica universal para identificar los huesos es al tacto con los dedos, aunque también puede usarse el cuchillo. Es una destreza que irás perfeccionando con el tiempo y cada vez con mejores resultados.
Hay partes del proceso que se sienten más intuitivas que otras. Palpar las articulaciones y los huesos con los dedos te dará información valiosa sobre si tu trabajo está completo o no.
Pasos para deshuesar un pollo correctamente
- Ubica el pollo con la pechuga hacia abajo y corta a lo largo del espinazo.
- Separa la piel y los fémures del esqueleto (son los huesos del encuentro o contramuslo).
- Corta el hueso al final de la espina dorsal y comienza a levantar la pechuga para separarla cuidadosamente de los huesos.
- Continúa hacia las alas separando la carne de los pequeños muslitos y cortando las puntas (puedes emplearlas en otro tipo de preparaciones).
- Retira los huesos y tendones del fémur haciendo un corte longitudinal.
Tan pronto como termines de deshuesar el pollo, puedes coserlo para devolver su forma y hacerlo relleno. En internet puedes encontrar infinidad de recetas para preparar un buen pollo relleno y las opciones son diversas.
Por otro lado, el arrollado relleno o llevar la carne a la parrilla son otras excelentes opciones para aprovechar un pollo deshuesado.